La tarde del 29 de octubre, Blas estaba en su bar, que había abierto hacía ocho meses.
De pronto, un vecino le advirtió que se fuera a casa; el barranco se estaba desbordando. Pero todo pasó demasiado rápido. Antes de darse cuenta, el agua le llegaba al cuello.
Finalmente, logró escapar por una ventana, pero de su bar no quedó nada.
Hoy, más de cuatro meses después, sigue intentando reabrir en Paiporta.
Así que lo hemos traído aquí para ayudarle a lograrlo.
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