José tenía su local alquilado a un negocio de comidas para llevar, pero la DANA se lo llevó todo.
Ese día, trabajaba con su hija en el centro médico de la misma calle cuando la riada lo arrastró. Para salvarse, tuvo que aferrarse a un semáforo y resistir allí durante seis horas.
El 29 de octubre, José perdió su espacio.
Por eso le hemos dado uno aquí, para ayudarle a recuperarlo.
Puedes ayudar compartiendo su historia para que nadie les olvide
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