Después de llevar trabajando 35 años en la mercería, 18 de ellos como propietaria, la tarde del 29 de octubre Prado vio como el agua se llevó por delante todo su negocio. Pero no solo eso, también su casa y la de su hija. Remontar lo que tenía parece imposible.
Pero con la ayuda de todos quizás lo consiga.
Por eso lo hemos abierto aquí para ayudarle a lograrlo.
Puedes ayudar compartiendo su historia para que nadie les olvide
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