Mar llevaba 28 años al frente de la administración de loterías junto al bar de su hija cuando la DANA lo arrasó todo.
Aquella tarde, su hijo cerró la administración como cualquier otro día, sin imaginar que al día siguiente lo perderían todo: boletos, dinero de caja, décimos de Navidad… Dos coches se empotraron contra el local y la máquina de loterías quedó destrozada.
Hoy han conseguido reabrir, pero aún necesitan ayuda para salir adelante.
Por eso lo hemos abierto aquí.
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