Carolina y su padre llevaban más de 15 años ayudando a la gente a renovar su carnet en su centro médico.
El 29 de octubre, la DANA arrasó con todo. El agua se llevó consultas, puertas y muebles, arrastrándolos con la corriente. Se refugiaron como pudieron, agarrándose al techo, hasta que un mueble salió disparado, arrastrando a su padre y a un policía que se resguardaba con ellos.
Carolina logró salvarse trepando con una cuerda y una escalera, mientras veía cómo su padre se salvaba agarrándose durante seis horas en un semáforo.
Hoy, aún no ha podido recuperar su centro, pero sueña con volver a abrir.
Por eso lo hemos abierto aquí.
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